Pocas experiencias se comparan con la aventura de viajar para conocer nuevos sitios o regresar a los lugares que extrañamos. Hostik está ubicado estratégicamente en el corazón de Mérida, a pocos minutos de parques, museos, bares y mercados. El hostal se halla justo frente a la antigua Estación de Ferrocarriles, que funcionó de 1920 hasta 1974: un sitio emblemático para Yucatán. La cercanía que distingue a nuestra ciudad y las travesías de sus antiguas locomotoras nos han inspirado para crear esta opción accesible y acogedora, ideal tanto para quien sabe que pasará la mayor parte del tiempo fuera –nadando en los cenotes, explorando los sitios arqueológicos, recorriendo las haciendas restauradas–, como para quien desea un fin de semana relajado, disfrutar del ambiente cálido, las delicias gastronómicas que ofrece la llamada “ciudad blanca” y la seguridad de sus calles.
Tomamos las ya famosas cápsulas o tubos que ofrecen algunos destinos y las transformamos en seis pequeños y privados búnkers. Las tres recámaras de la planta baja están a un paso de la alberca, justo para dejar las maletas al llegar y refrescarte; y las tres de la planta alta cuentan con vista privilegiada al cielo azul de nuestra ciudad y sus hermosos atardeceres. Además de que estas cabinas tienen acceso a un área especial de baños compartidos, definitivamente son la elección perfecta para quienes desean gozar de la privacidad de su propio espacio sin sacrificar el encanto de las áreas comunes.
El espacio favorito es la terraza de la ceiba, un inmenso y legendario árbol de la Península de Yucatán. Bajo su sombra podrás sentarte a “tomar el fresco”, conversar o leer.